Hacia una promoción 2.0 de la salud

21 noviembre, 2016

Manuel Armayones, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación.

La promoción de la salud es «el proceso que permite a las personas incrementar el control sobre su salud para mejorarla», según estableció la OMS en 1986. Abarca no solo las acciones dirigidas directamente a aumentar las habilidades y capacidades de las personas para el automanejo de su salud, sino también las dirigidas a modificar las condiciones sociales, ambientales y económicas que tienen impacto en los determinantes de salud.

La promoción de la salud, y concretamente la promoción de estilos de vida saludables entre los ciudadanos, se basa en una serie de ideas clásicas como:

– lograr que los cambios derivados de los programas de prevención sean permanentes,

– mantener a los ciudadanos motivados continuamente,

– basarse en teorías clásicas y bien establecidas;

– y además pensar en intervenciones de tipo comunitario que sobre la base de campañas informativas pueden persuadir a la población de que abandone hábitos poco saludables y adquiera aquellos que le proporcionarán una mejor salud.

Pero la realidad es, que pese a los esfuerzos que desarrollan administraciones y todo tipo de organizaciones, problemas como la obesidad o los problemas coronarios no dejan de aumentar en nuestra sociedad.

Quizás ha llegado el momento de plantearse cambios de calado en la manera en la que se promueven hábitos saludables en la sociedad del conocimiento y para eso consideramos que se debe evolucionar en varios frentes:

– respetando, pero poniendo en cuestión la validez de teorías pre-internet que quizás ya no reflejan las características del ciudadano actual,

– teniendo en cuenta la hiperconexión, la saturación de mensajes a los que está sometido, las presiones, en ocasiones contradictorias, entre mensajes.

– Y todo ello sin olvidar la endémica falta de tiempo y barreras derivadas del mismo que impide, y casi proscribe, dedicar tiempo al autocuidado real.

Para adaptarse a los requerimientos de la sociedad actual son necesarios:

– abordajes ágiles, tanto a nivel de la puesta en marcha y evaluación de  campañas basadas en teorías como  la teoría de BJ Fogg (Fogg Behavior Model),

– la personalización absoluta de las campañas de promoción,

– la incorporación de aspectos de gamificación en las propuestas

– o la  incorporación de funcionalidades derivadas de las teorías sobre adquisición, mantenimiento y extinción de hábitos.

En definitiva el reto no es otro que reflexionar sobre la necesidad de adaptar el abordaje teórico de la intervención sobre la promoción de hábitos de vida saludable a las expectativas y necesidades del ciudadano del siglo XXI.

Estas son algunas de las reflexiones que compartí en el encuentro Health4good de DKVSeguros donde más de 20 ponentes presentamos las tendencias sanitarias que están revolucionando el mundo sanitario.

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