Partenariados con estudiantes: hacia una educación superior más inclusiva, equitativa y transformadora

23 octubre, 2020
partenariados con estudiantes Foto: Mimi Thian en Unsplash

A pesar de la aceptación generalizada de las proclamas pedagógicas a favor de centrar el aprendizaje en las y los estudiantes y de la importancia de su implicación en el proceso de aprendizaje, en la mayoría de casos, el papel de éstos en la toma de decisiones en torno al aprendizaje sigue siendo muy limitado.

Por otra parte, la investigación muestra que los estudiantes pueden tener a menudo concepciones erróneas sobre el propio aprendizaje. Muchos de ellos y ellas no tienen una idea clara de lo que les ayuda a aprender, porque se han limitado a cumplir con lo que se les pide sin reflexionar. Es frecuente que evalúen su aprendizaje basándose en la facilidad con que realizan una determinada tarea, o incluso que asocien la necesidad de esforzarse y dedicarle tiempo con una menor calidad de la enseñanza. Así, pueden atribuir los malos resultados académicos a su inteligencia, o bien responsabilizar al colectivo docente, mientras minimizan el valor de otros factores relevantes como la dirección del esfuerzo, la capacidad de autogestión y la motivación.

Bajo los términos paraguas de «partnerships in teaching and learning» (partenariados o asociaciones en la enseñanza y el aprendizaje) o «students as partners «(estudiantes como socios), se engloba un amplio repertorio prácticas y posibles relaciones colaborativas entre estudiantes y académicos, con diferentes niveles de compromiso e implicación.

La preocupación por mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje en el ámbito de la educación superior ha dado lugar a un campo de estudio transdisciplinar denominado «scholarship of teaching and learning» (Fanghanel et al, 2016), que se ha extendido sobre todo en el ámbito anglosajón. Este enfoque consiste en analizar la propia práctica docente y reflexionar sobre ella de manera sistemática e intencional, a partir de la recogida de evidencias y la investigación. Esto permite generar un conocimiento basado en la propia práctica y alimentar un ciclo de mejora continua, que pueda derivar en la mejora del aprendizaje de los estudiantes.

La investigación muestra que la implicación y el compromiso de los estudiantes, tanto en la gobernanza de la universidad como en la práctica pedagógica universitaria, son una vía hacia el éxito en el aprendizaje, pero también hacia la excelencia de la enseñanza. Obviamente, esta implicación también depende de la capacidad de las instituciones y de su personal para generar unas condiciones que la favorezcan. De entrada, supone estar dispuestos a escuchar la voz del colectivo estudiantil y aceptar la necesidad de una reorganización de los roles y de las relaciones entre éste y el profesorado. Asumir una responsabilidad compartida en el aprendizaje es, de hecho, un requerimiento de cualquier propuesta formativa que se quiera reconocer como inclusiva, equitativa y transformadora.

Los partenariados con estudiantes como palanca de mejora de la enseñanza y el aprendizaje

Dentro de este marco, la asociación colaborativa entre estudiantes y personal académico se ha extendido mucho y en los últimos años se ha generalizado bastante entre las instituciones de educación superior del Reino Unido y de Australia y también en cierta medida en las del EEUU y Canadá. Bajo los términos paraguas de «partnerships in teaching and learning» (partenariados o asociaciones en la enseñanza y el aprendizaje) o «students as partners» (estudiantes como socios), se engloba un amplio repertorio de prácticas y posibles relaciones colaborativas entre estudiantes y académicos, con diferentes niveles de compromiso e implicación.

Cook-Sather, Bovill y Felten definen este enfoque como «un proceso colaborativo recíproco, a través del cual todos los participantes tienen la oportunidad de contribuir por igual, aunque no necesariamente de la misma manera, en la conceptualización curricular o pedagógica, la toma de decisiones , la implementación, la investigación o el análisis «(2014, p. 6-7). La idea central resignifica el papel de los estudiantes como cocreadores de su propio aprendizaje, pero también como productores y agentes de cambio y de mejora de la vida académica en un sentido amplio.

Tradicionalmente en el ámbito universitario se ha recogido la voz de los estudiantes a través de encuestas sobre la evaluación de las asignaturas y el profesorado. En un planteamiento de asociación con los estudiantes hay que ir más allá de su consideración como fuente de datos. La asociación con los estudiantes pasa por asumir una serie de principios basados en el respeto, la reciprocidad y la corresponsabilización, que posicionan tanto a los estudiantes como al personal académico como agentes activos, que aportan una experiencia diferente pero igualmente valiosa para contribuir de manera significativa a la mejora de la enseñanza y el aprendizaje. Se trata, por tanto, de un modelo que desafía varias características de los sistemas de educación superior actuales, como son sus estructuras jerárquicas y no del todo democráticas, el hecho de centrarse en resultados de aprendizaje prefijados para todos y su visión «clientelar» del estudiante.

coinvestigació educativa
Foto: Jeswin Thomas en Unsplash

Para el trabajo desde un enfoque de «scholarship of teaching and learning«, entendiendo el aprendizaje desde una perspectiva transaccional o dialógica, la asociación con los estudiantes es algo esencial. La tipología de asociación puede ser muy diversa, ya que dependerá de la finalidad y de lo que pueda ser más adecuado para cada contexto específico. No obstante, se pueden identificar al menos cinco tipos de prácticas diferentes, que pueden tener lugar dentro y/o fuera de los entornos de aprendizaje (Marie y Mercer-Mapstone, 2019):

  1. Codocencia: los estudiantes asumen/comparten la responsabilidad de enseñar con el profesorado, por ejemplo en sesiones de estudio asistidas por iguales.
  2. Coinvestigación disciplinar: los estudiantes coinvestigan con el profesorado (como socios, más que como asistentes) temas específicos de una disciplina, o relacionados con las dificultades que el aprendizaje de una disciplina concreta plantea a los estudiantes de manera recurrente (“decoding the disciplines”).
  3. Coinvestigación educativa: los estudiantes coinvestigan (como socios más que como asistentes) cuestiones relacionadas con la enseñanza y el aprendizaje o la experiencia de los estudiantes.
  4. Cocreación/codiseño: los estudiantes crean/desarrollan aspectos del currículo, relacionados con la enseñanza y el aprendizaje, o con la experiencia de los y las estudiantes y evalúan los resultados, por ejemplo, una actividad de aprendizaje, toda una asignatura, los procedimientos e instrumentos de evaluación, o los recursos de aprendizaje.
  5. Procesos de revisión, análisis, reflexión: los estudiantes consultan o participan en procesos conjuntos de revisión, análisis, reflexión, evaluación o mejora de aspectos diversos de la enseñanza y el aprendizaje, como por ejemplo, de las dinámicas que se generan en el aula, las experiencias de los estudiantes en los entornos digitales de aprendizaje, los resultados de aprendizaje de un proyecto, actividad, asignatura.

La investigación proporciona cada vez más evidencias de los buenos resultados de estas asociaciones, tanto para los y las estudiantes (rendimiento académico, habilidades metacognitivas, motivación, etc.), como para el personal académico, al favorecer un mayor compromiso y comprensión mutua, así como un sentido más fuerte de pertenencia y de identidad. Pero se debe tener presentes las dificultades y desafíos particulares de estas colaboraciones. Resulta frecuente, por ejemplo, la creencia de la incapacidad de los estudiantes para realizar contribuciones significativas, por el hecho de no tener el conocimiento y/o la autoridad necesarias. Hay una serie de barreras reincidentes, ya sean reales o percibidas, para llevar a cabo este tipo de propuestas que tienen que ver, por un lado, con el contexto sociocultural, como las estructuras, las prácticas y las normas institucionales y la dificultad para establecer un enfoque inclusivo y equitativo y, por otro, con las relaciones entre los diferentes implicados, como las resistencias a ceder poder, o a salir del rol tradicionalmente asignado y las inseguridades que esto puede generar a unos u otros. Así, sólo cuando la voz de los estudiantes tiene presencia, posibilidad de escucha en conversaciones sobre enseñanza y aprendizaje, y al mismo tiempo capacidad de convertirse en impulsora de cambio y transformación, se puede hablar de asociación.

Instituciones referentes y tipología de programas de partenariados con estudiantes

Los programas que se han puesto en marcha desde este marco de acción son de tipología y de alcance diverso en función del enfoque y las prioridades de cada universidad. En general, se insertan en departamentos dedicados al desarrollo profesional del profesorado y la mejora de la enseñanza y el aprendizaje dentro de la institución.

Uno de los programas pioneros es el del Teaching and Learning Institute en Bryn Mawr and Haverton Colleges de Philadelphia (EEUU). De la mano de una de las figuras referentes de este enfoque, la Dra. Allison Cook-Sather, se propone un modelo de partenariado entre profesorado y estudiantes para el desarrollo académico, basado en la creación de espacios y estructuras diversas que favorezcan la interacción, el diálogo y la colaboración. Entre otras iniciativas, desde el año 2006 se ofrece un programa específico llamado Students as Learners and Teachers (SaLT), consistente en un seminario pedagógico de un semestre de duración, basado en la colaboración bilateral entre un/a profesor/a y un/a estudiante, que adopta el papel de consultor/a de manera remunerada.

En el Macpherson Institute for Leadership, Innovation and Excellence in Teaching, de la McMaster University, en Canadá, funciona desde el año 2013 el Student Partners Program (SPP), que ofrece a estudiantes de postgrado y pregrado la posibilidad de colaborar con el profesorado en investigación e innovación pedagógica. Además, celebra anualmente un Instituto Internacional de Verano sobre partenariados con estudiantes, cofacilitado para estudiantes. Estos también participan en la coautoría de artículos y son revisores y coeditores del International Journal for Students as Partners impulsado por el mismo instituto.

ElInstitute for Academic Development, liderado por otra de las figuras clave de este enfoque, la Dra Catherine Bovill, en la Universidad de Edimburgo, tiene un área específica sobre Student Engagement que acoge una serie de iniciativas para la promoción de la implicación de los estudiantes, como la Edinburgh Network: Growing Approaches to Genuine Engagement (ENGAGE). También se han generado una serie de guías para la aplicación práctica de este enfoque en diferentes contextos formativos, como la coinvestigación, el feedback y la evaluación o el uso de clases magistrales grabadas.

En el Centre for Research-based Education de la University College London (UCL) en el Reino Unido, la estrategia general de educación basada en la búsqueda da cobertura a este enfoque conjunto de la enseñanza y el aprendizaje a través del Connected Curriculum o Currículum Conectado, como modelo educativo de la universidad. La propuesta es que los estudiantes se impliquen en la mejora y la transformación curricular y establezcan conexiones entre disciplinas, mediante su participación en la investigación, a través de seis dimensiones de conectividad. Estas seis dimensiones de conectividad que articulan el Currículo Conectado se corresponden con seis principios básicos que parten de un principio matriz, según el cual los estudiantes aprenden a través de la indagación y la investigación: 1) los estudiantes conectan con investigadores e investigaciones en curso en la institución; 2) en cada programa formativo se incluye una línea de actividad de investigación; 3) los estudiantes hacen conexiones entre materias y con el mundo; 4) los estudiantes conectan el aprendizaje académico con las habilidades del ámbito profesional; 5) los estudiantes aprenden a producir resultados: evaluaciones dirigidas a un público; 6) los estudiantes conectan entre ellos y con antiguos alumnos a través de las diferentes fases de la investigación.

Además de definir la relación entre el aprendizaje de los estudiantes y su participación en la investigación, este modelo describe las conexiones que deben establecerse entre disciplinas con el fin de alcanzar una formación integral. También promueve cuestionamientos y retos interdisciplinarios, animando tanto al profesorado como a los estudiantes a cuestionarse críticamente la naturaleza de la evidencia y la producción de conocimiento en diferentes campos. Utilizando sus términos: se trata de liberar unos planes de estudio tradicionalmente eurocéntricos, dominados por hombres, y garantizar la representación de estudios, habitualmente tratados de manera marginal, sobre raza, sexualidad, género y discapacidad.

Papel de los partenariados en el mundo post COVID-19 y perspectivas en las universidades virtuales

La obligada transición que han tenido que hacer las universidades presenciales hacia formas de enseñanza y aprendizaje híbrido y en remoto, debido a la pandemia COVID-19, ha provocado la desconexión y una experiencia de aislamiento por parte de muchos estudiantes. En este contexto, las instituciones con una tradición de implicación activa y sostenida de los estudiantes han tenido más herramientas para hacer frente a la situación. Las iniciativas de partenariado con estudiantes han funcionado como red de apoyo y como antídoto contra esta desconexión, reforzando los espacios de interacción social y de escucha activa entre los diferentes miembros de la comunidad educativa y académica. De hecho, en esta situación y otras se han convertido en espacios para favorecer el diálogo y la gestión positiva de conflictos, como por ejemplo durante las revueltas del movimiento Black Lives Matter los EEUU.

La mayor parte de programas de partenariados con estudiantes se han desarrollado en universidades eminentemente presenciales. Por lo tanto, los mecanismos, recursos y espacios utilizados se corresponden con este marco de relación. Se debe pues buscar fórmulas para conducir y sostener de manera efectiva estas iniciativas en entornos virtuales.

partenariats d'estudiants a les universitats
Foto: Headway en Unsplash

Las universidades virtuales tienen mucho que beneficiarse y también pueden realizar contribuciones interesantes al enfoque de partenariados con estudiantes. Actualmente, en la asignatura de Inclusión Socioeducativa e Intervención en Red, del máster en Psicología Infantil y Juvenil: Técnicas y Estrategias de Intervención, se está llevando a cabo una experiencia piloto para incorporar la voz de los estudiantes en diferentes niveles en el diseño de la asignatura, mediante procesos cíclicos de codiseño. La participación de los estudiantes es voluntaria y sus aportaciones se integran con su propia reflexión sobre los aprendizajes que van realizando, así como con el intercambio de experiencias personales y/o profesionales vinculadas a los contenidos de la asignatura. La finalidad es ir desarrollando y mejorando progresivamente esta práctica, de manera que se consoliden espacios y mecanismos de colaboración para la implicación real de los estudiantes en el diseño y la evaluación continua de la asignatura. A la vez, se trata de generar oportunidades para el desarrollo de la agencia de los estudiantes respecto el propio aprendizaje y desarrollo profesional. La intención es transferir la experiencia a otras asignaturas del máster en Educación y TIC (eLearning), con la voluntad de crecer hacia proyectos más ambiciosos de partenariados con estudiantes.

Referencias

Cook-Sather, A., Bovill, C., & Felten, P. (2014). Engaging students as partners in learning and teaching: A guide for faculty. John Wiley & Sons.

Marie, J; Mercer-Mapstone, L; (2019) Practical Guide: Scaling up student-staff partnerships in higher education. University of Edinburgh: Edinburgh, Scotland.

Fanghanel, J., Pritchard, J., Potter, J., & Wisker, G. (2016). Defining and supporting the scholarship of teaching and learning (SoTL): A sector-wide study. York: HE Academy.

Para ampliar información:

Healey, M., Jenkins, A., & Lea, J. (2014). Developing research-based curricula in college-based higher educationHigher Education Academy. Mick Healey, Alan Jenkins and John Lea.

Healey, M., A. Flint, and K. Harrington. (2014)  Engagement through partnership: Students as partners in learning and teaching in higher education York, UK: The Higher Education Academy, UK. 

Cook-Sather, A., Bahti, M., & Ntem, A. (2019). Pedagogical Partnerships. A How-To Guide for Faculty, Students, and Academic Developers in Higher Education. Elon University Center for Engaged Learning.

Mercer-Mapstone, L., & Abbot, S. (Eds.). (2019). The Power of Partnership. Students, Staff, and Faculty Revolutionizing Higher Education. Elon University Center for Engaged Learning. 

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Autor / Autora
Profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación
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