Siete usos que pueden darse al debate o foro educativo en línea

Desde el eLearn Center de la UOC dan a conocer ideas prácticas para sacar el máximo partido al debate en línea en el entorno educativo

Durante el confinamiento, la tecnología ha facilitado los procesos educativos de millones de estudiantes colocando a disposición del profesorado un sin número de plataformas y herramientas para el desarrollo de las clases durante el estado de emergencia. Sin embargo, no a todas las herramientas se les saca el máximo provecho, con lo que se reduce su utilidad y el desarrollo de competencias y habilidades que los estudiantes pueden tener con ellas. “Educar, tanto en presencialidad como en virtualidad, no trata de una carrera de obstáculos en la que coloquemos al alumnado ante elmayor grado de dificultad, no, se trata de facilitar que aprendan, pero que lo hagan pensando; para esto, llevar a cabo actividades centradas en el debate permitirá que el estudiantado pueda desarrollar competencias no sólo para su educación, sino además para su desarrollo personal y profesional”. Así lo explica Cris Girona, miembro del equipo de asesoramiento para el diseño del aprendizaje y especialista en diseño de procesos de aprendizaje en línea del eLearn Center de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

Como en cualquier otra actividad educativa, el debate debe diseñarse y planificarse, enfocándose en saber para qué y con qué finalidad se realizará: “el debate es una actividad más que tenemos que diseñar con la misma orientación, teniendo en claro el tema del diseño como cualquier otra actividad; a partir de esto sabremos cómo evaluarlo, ya sea cuantitativa o cualitativamente, todo en función de la intención educativa que persigamos: esto es el background, que no podemos olvidar”, indica la especialista del eLearn Center. 

A ello añade que «durante el diseño de la actividad es importante planear la duración del debate, pues no puede ser la misma que en la presencialidad. Hay que tener presente que el estudiante no pasará todo el día delante de una pantalla y, además, debe desarrollar otras actividades». Según la experta, el alumnado dispondrá de la mitad del tiempo que se le dé para participar y desarrollar la actividad, por lo que un debate no debería durar menos de 8 o 10 días.

Desde el eLearn Center de la UOC dan a conocer ideas prácticas para sacar el máximo partido al debate en línea en el entorno educativo 

¿Cuál es la función del docente durante el debate o foro?

Durante el diseño y el planteamiento del debate o foro, es necesario que el profesorado planifique también la forma en la que conducirá el espacio. Para la experta del eLearn Center, existen tres roles en el que el docente puede desempeñar:

• Moderador. El profesorado interviene poco, básicamente para dar a conocer las reglas y facilitar un espacio de intervención de manera ordenada.
• Dinamizador. Interviene con mayor frecuencia lanzando preguntas que provoquen discusión entre los estudiantes; además, durante el espacio aporta puntos de vista controvertidos, susceptibles de ser cuestionados, o retos que estimulen la discusión.
• Experto. En este último perfil, además de aclarar ideas, el profesorado conducirá y reconducirá la discusión teniendo en cuenta que el estudiantado lo considera un experto o experta en el tema, opinando a partir de su experiencia.

Siete intenciones concretas que nos permite la virtualidad

1. Utilizarlo como la cafetería del aula. Convertirlo en un espacio libre y semiguiado en el que puede hablarse de todo sin llegar a premiar la participación.

2. Calentar motores y romper el hielo. En algunas ocasiones, estos espacios son utilizados por el profesorado para conocer a su alumnado, desaprovechando en su totalidad la potencialidad que brinda la herramienta. Hay que animarle a participar, pero pensando en qué queremos hacer con las ideas, conclusiones o evidencias que salgan de allí, pues el debate siempre debe realizarse con una intención. 

3. Resolver dudas sobre la asignatura o las actividades. El objetivo es observar el desarrollo del estudiantado, ayudarlo y guiarlo si tienen dificultades, planteando preguntas y casos a partir de los mismos interrogantes que les surjan, pues el debate o foro se convierte en una herramienta de ayuda.

4. Activar conocimientos previos. Aquí, el foro o debate es utilizado para hacer una evaluación diagnóstica de los conocimientos del estudiantado, pero ¿qué vamos a hacer con las ideas o las conclusiones que surjan en el debate o foro? Cuando activamos los conocimientos previos del alumnado, es importante también pensar cómo cerrar el espacio para hacer este tipo de evaluación diagnóstica, pues esta información será útil durante el transcurso de la asignatura. 

5. Presentarse, darse a conocer. No solo se trata de decir “presentémonos para conocernos mejor”, pues aquellos y aquellas estudiantes que no se sientan cómodos en hacerlo no participarán. Por ende, para motivar la participación, el foro es un buen espacio para formular preguntas en relación con la asignatura, con lo cual el estudiantado tiene una excusa y un motivo para, además de presentarse, participar, pues se le está pidiendo algo relacionado con la materia.

6. Utilizarlo como foro de debate. Se trata de plantear un tema de discusión en el que el alumnado deba valorar pros y contras de cierto ámbito. A diferencia de las demás intenciones de uso del debate o foro, en este propósito, evaluar su participación es necesario.
7. Como laboratorio. Aquí se utiliza el debate o foro como un espacio de laboratorio de la asignatura, es decir, un espacio donde el estudiantado pueda resolver inquietudes gracias a sus compañeros y compañeras; “en ese momento, el profesorado debe dar un paso atrás y supervisar lo que sucede, y solo interviene cuando observa que el alumnado no ha recibido la ayuda necesaria o la información correcta por parte del resto”.